lunes, septiembre 25

un día

ondula la duna
trastabilla el horizonte
escala la mirada

un tremor de arena
fino y titilante
se esparce callado
de la planta a la palma

un aullido sordo
de cuerdas breves
repetidas

nos habla el agua
y suelta tarascadas
caninas e incisivas
ahoga en pantano
mueve

solo
he visto el sol
cegado por su reflejo
en el mar de arena
y en la calda noche
cuando las piedras crecen
escucho su sombra

suficiente
para contarlo

viernes, septiembre 8

inmersión iii

un espesor de miedo, denso y fatigado, ahoga el desierto. aun una hoja mellada, aun mi flecha roma, podría abrir esta cortina de sofoco. bajo la acacia, a su sombra, miro mis pies de polvo, encallecidos. mi huella en la duna se aligera, la suya en mí avanza constante. tengo la raíz en la planta prendida.