jueves, agosto 31

cathexis / besetzung

errando andaba. errando ando. de pie entre los matorrales, añoro. esos tantos que no fui y sí: el niño jacques costeau, el pequeño submarinista; el félix rodríguez de la fuente, miniatura, a un ocelote abrazado; el que sabía leer música y practicaba el piano en la vieja casa de adobe del ebanista y sus herramientas, bajo los fresnos, a un lado de la avenida que, para él, era el río amazonas cada vez que regresaba con una bolsa de plástico, una liga, agua y un par de pececillos vivos;  el que alimentó conejos un verano en un pueblo bávaro, de riachuelo y molino de agua, y fiesta de la cerveza; aquel que fui tantas veces edmond dantès, una y otra vez enamorado de mercedes, pero la historia del conde del islote de montecristo invariable; y luego de la maga, desde luego, entre los puentes y las petites rues parfois pavées de parís; el egon schiele adolescente, cuerpo en línea y trazo, del deseo encogido.