fósiles
no hay letargo escondido
en la roca milenaria
acariciada por la duna
no hay descanso
en el polvo muerto
que me circunda
una ranura, una veta herida
palpitando en la piedra
cada grumo calcáreo
que desmoronas
con tus yemas
es un deseo mudo,
moldeado en el
siempre imposible
inicio del tiempo
9 huellas
gracias, arwën. siempre es agradable caminar por su bosque y posar las plantas sobre las plantas. bienvenida y feliz día de la mujer (también aquí, en el desierto, se celebra).
un beso,
bosquimano
tienes razón, querida. tengo las plumas, tengo la miel para pegarlas a mi lomo, me falta a dónde volar.
un beso,
bosquimano
jeje..
la cosa no es dónde
sino cómo..
¿y cómo?
desesperadamente
por supuesto
;)
(lindo el poema,
un beso)
hola, chicatriste. no sé, a veces la cosa es cómo, a veces a dónde, a veces a qué, a veces por qué, usw...
(gracias.) un puñado de arena,
bosquimano
¡Oh, los últimos versos!
La eternidad sirve el contrapunto.
Un saludo,
neus
¿volar al sur? ¿a la ciudad del río suquía? ¿aterrizar en pajas blancas (el nombre me ruboriza)? podría ser. llevar arena... señora, no me tiente.
un beso,
bosquimano
hola, neus. ¿qué contrapunto puede ser más nítido que la eternidad?
un beso,
bosquimano
queida, honestamente sí es una tentación volar al sur. tengo buenos amigos argentinos, uruguayos, chilenos... muchos radican acá, pero otros han vuelto a tierras australes. espero hacerlo algún día, y desde luego, cuente con un saco de arena...
su amigo ruborizado,
bosquimano
arwëncita, tomar un té en rivendell suena como un respiro, grande y fortalecedor. cuando vuele al sur, iré, faltaba más.
un beso de arena,
bosquimano
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