vuelo sin orillas
abandoné las sombras,
las espesas paredes,
los ruidos familiares,
la amistad de los libros,
el tabaco, las plumas,
los secos cielorrasos;
para salir volando,
desesperadamente.
abajo: en la penumbra,
las amargas cornisas,
las calles desoladas,
los faroles sonámbulos,
las muertas chimeneas,
los rumores cansados;
pero seguí volando,
desesperadamente.
ya todo era silencio,
simuladas catástrofes,
grandes charcos de sombra,
aguaceros, relámpagos,
vagabundos islotes
de inestables riberas;
pero seguí volando,
desesperadamente.
un resplandor desnudo,
una luz calcinante
se interpuso en mi ruta,
me fascinó de muerte,
pero logré evadirme
de su letal influjo,
para seguir volando,
desesperadamente.
todavía el destino
de mundos fenecidos,
desorientó mi vuelo
—de sideral constancia—
con sus vanas parábolas
y sus aureolas falsas;
pero seguí volando,
desesperadamente.
me oprimía lo fluido,
la limpidez maciza,
el vacío escarchado,
la inaudible distancia,
la oquedad insonora,
el reposo asfixiante;
pero seguía volando,
desesperadamente.
ya no existía nada,
la nada estaba ausente;
ni oscuridad, ni lumbre,
—ni unas manos celestes—
ni vida, ni destino,
ni misterio, ni muerte;
pero seguía volando,
desesperadamente.
oliverio girondo, de "persuasión de los días" (1942)
4 huellas
"pero seguía volando..."
(siempre ocurre de ese modo;
¿quién sabe porqué?)
("Quién sabe lo q puede un cuerpo?")
(SPINOZA)
("el corazón tiene razones que la mente desconoce")
(PASCAL)
(bendita ignorancia esa)
(bendito siglo XVII tb)
.ignatius
(y es que sólo se puede volar
desesperadamente...)
besos,
Dd.
bendita ignorancia toda. bendito el candor primero. bendito el vuelo a la raíz. y sin embargo: "debemur morti nos nostraque", dice horacio.
un abrazo,
bosquimano
(quizá, Dd, debamos esperar la respuesta del albatros.)
besos,
bosquimano
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