el óxido se posó en mi lengua como el sabor de una desaparición.
el olvido entró en mi lengua y no tuve otra conducta que el olvido,
y no acepté otro valor que la imposibilidad.
como un barco calcificado en un país del que se ha retirado el mar,
escuché la rendición de mis huesos depositándose en el descanso;
escuché la huida de los insectos y la retracción de la sombra al ingresar en lo que quedaba de mí;
escuché hasta que la verdad dejó de existir en el espacio y en mi espíritu,
y no pude resistir la perfección del silencio.
antonio gamoneda
8 huellas
¡q bueno es ese hombre!
desde joven hasta viejo no deja de trasmitirme las percepciones más sutiles, casi impersonales, de la vida...
fuhhh!
.jj
es que lo impersonal
es casi siempre
lo más personal...?
(fuhhh!)
.jj : un gusto verte por aquí, siempre. y sí, qué bueno es. y es que, desde joven hasta viejo, como dice el propio gamoneda:
soy el que ya comienza a no existir
y el que solloza todavía.
es horrible ser dos inútilmente.
una forta abraçada,
bosquimano
dd, ¿y no será que lo muy personal, lo íntimo, resuena en todos? como el ruiseñor de gamoneda:
amé todas las pérdidas.
aún retumba el ruiseñor en el jardín invisible.
no sé. petons,
bosquimano
olvidé preguntar: ¿puedo también decir fuhhh! ?
jejejje
la perfección del silencio.
.jj
por fortuna, somos maravillosamente imperfectos.
una forta abraçada,
bosquimà
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